La Semana de las Artes y las Ciencias nos invita a constituirnos como sujetos creadores en el marco de desafíos. Cada SAyC es un desafío que nos llena de alegría y de ánimo festivo.


Nosotros y los desafíos 2017

¿Qué son los desafíos? ¿Qué significa vivir (en, con) un desafío? ¿Qué conceptos, ideas, sensaciones, emociones implica? ¿Cómo actúan nuestras esperanzas y nuestros temores? ¿Qué relaciones entre el pasado (l a historia) y el futuro (el proyecto) se ponen en juego a la hora de “desafiar” el presente?
Existe una definición relativamente consensuada sobre el término desafío. Consenso que se plasma en los diccionarios y en los intersticios del sentido común en el lenguaje cotidiano. El desafío se presenta como una tarea difícil a la que hay que enfrentarse y que implica esfuerzo. El verbo desafiar muestra sus dientes y sus garras con las siguientes expresiones: desafiar es afrontar o enfrentarse a una dificultad. En este sentido, todo desafío constituye por ello un estímulo para quien lo afronta. Es una especie de problema, entonces, que nos estimula. Implica la movilización de estrategias de resolución, un proceso cuyo objetivo es poder conseguir lo que se ha planteado (y problematizado) y por lo tanto tiene un fuerte componente motivacional. Somos seres comunitarios. Tenemos desafíos singulares, propios de cada cual, y desafíos comunes, propios de vivir junto a otros, de ser con los otros. Los desafíos pueden unirnos, encontrarnos. Nos estimulan para crear espacios y hábitos de comunicación, de resolución, de vida. En la medida en que todo desafío implica un objetivo, creamos mediante los encuentros una red de sentidos, de significaciones sociales, de posibilidades. Los desafíos nos conectan con los otros y con la realidad de la familia, de la ciudad, de la naturaleza, del mundo.
Los desafíos son un estímulo para todo ser viviente, para toda comunidad. Nuestra Escuela lo testimonia con su historia y con todos los actores que en ella trabajan.

Comisión Organizadora SAYC 2017